
Es inevitable sentir decepción, tristeza, bronca o como quieran llamarlo. Creo que todos los que somos hinchas y vemos a eso que tanto queremos tirado por el piso recibiendo golpes de todos lados nos duele más que si nos pegaran a nosotros. No sé si es lo que a todos les pasa, pero siento como si mi River, ese mi River querido, está destruyéndose y yo no puedo hacer nada, ya no hay cábala ni promesa que funcione. Seguramente como yo, todos probaron mil y un maneras posibles para verlo ganar: usaron camisetas distintas cada partido, lo vieron en lugares distintos, rezaron, o alguna otra cosa. Pero esto ya nos excede, y no es lo que merecemos, demasiada hinchada para tan poco y nada de equipo.
Demasiados corazones por todo el país y otras partes del mundo laten por esos colores para que un corrupto y sus secuaces falten el respeto atrozmente a la historia, al nombre y a la gente de un club tan lleno de gloria y tan grande como es River. Semejantes jugadores vistieron esa camiseta con orgullo para que hoy un grupo de desangrados no sean capaces de transpirarla o de tener un mínimo de amor propio para jugar al fútbol dignamente. Basta ya de un técnico al que se le fue de las manos el equipo, que al parecer no es capaz de tomar las decisiones acertadas y al que le queda bastante grande una institución con incontables logros y éxitos.
Todos los que sentimos un amor inmenso por esa camiseta, todos los que vivimos lejos o cerca que seguimos partido a partido, sufrimos, gritamos, cantamos, puteamos y lloramos por River. Todos los que lo sentimos y lo llamamos el amor de nuestra vida. Todos los que después de perder un partido tenemos ganas de ponernos la camiseta y salir a caminar para lucirla con mucho orgullo. Todos los que se nos agranda el pecho y nos sale una sonrisa cuando decimos “si, soy hincha de River”. Todos los que dejamos de lado todo lo que tengamos que hacer sea lo que sea para verlo jugar. Todos los que nos gastamos todo nuestros ahorros para comprarnos la camiseta. Todos los que tenemos la pieza en rojo y blanco con escudos por todos lados. Todos los que tenemos de tono del celular un tema de los borrachos del tablón. Todos los que tenemos el fondo de la pc con una imagen de él. Todos los que hacemos de River parte de nuestras vidas y de nosotros mismos. Todos los que estuvimos, estamos y estaremos siempre en las buenas y en las malas muchos más pase lo que pase. Todos estamos unidos por esa misma pasión que es tan fuerte que trasciende tiempo y espacio. Y ahora más que nunca tenemos que estar unidos y con River. Porque si de algo no hay duda es que nuestras hinchada es por lejos la mejor de todas.
Esta es una simple nota escrita directamente desde el corazón de una hincha…
RIVER TE AMO CON TODA EL ALMA! Ahora más que nunca estoy con vos!


